Los socios fundadores de la Agrupació
Fluviá están a punto de pasar el testigo
a la segunda generación. Josep Llovera,
Pitu, de 68 años y Pere Vilarnau, de 70
años, están en jubilación activa. Siguen
de cerca la actividad de la explotación
que crearon hace más de 40 años en Vilademuls
(Girona). Pau Llovera (39 años),
hijo de Josep, y Jordi Bonet (45 años), yerno
de Pere, cogerán el testigo. Llegamos
de la mano de Nico Pararols, representante
de Albaitaritza en la zona. |