Carlos Oroz Torrea, de 49 años, es, cuando menos,
el tercero de una saga familiar de ganaderos
enraizados en uno de los más hermosos
valles pirenaicos, Artzibar o Valle de Arce.
Fue su padre quien apostó en su día por criar
ganado pirenaico en su pueblo, Hiriberri/Villanueva.
Hoy, el hijo de Carlos, Asier, ayuda a
su padre cuando las obligaciones estudiantiles
se lo permiten y la generación previa sigue
echando una mano vocacional desde su bien
ganada jubilación. La hermana de Carlos, Laura,
con quien no hemos coincidido durante
nuestra visita, es también su socia y compañera
de trabajo. |